Ya hace un año de la mítica victoria de Fernando con el F10, una victoria que nos hizo sentir la emoción de lo que son las carreras. Una victoria que supuso un zarpazo al mundial, una victoria que nos hizo soñar con que el mundial era posible, una victoria que le dió a Ferrari la confianza que había perdido, que animó a los Tifosi a apoyar más aún si cabía a Fernando, en definitiva, una victoria que hacía sentir a Fernando el auténtico espíritu de Ferrari, que va más allá de una simple escudería de carreras, es mucho más que un motor y cuatro ruedas, es más que un "cavallino rampante", es un sentimiento.


Sin embargo, el panorama que se nos presenta este 2011 es bien distinto. Ferrari y Alonso llegan, con la intención de arañar una última victoria a Vettel, a dar el último zarpazo al mundial, antes de que el alemán lo gane definitivamente. Llevan todo el año trabajando en una aerodinámica específica para Monza, y este fin de semana Fernando nos hará vibrar en Monza si todo sigue el guión previsto.


Aunque no nos debemos engañar, que aunque Ferrari haya puesto algo más que piezas nuevas en el F150º, el coche no va a ser mágicamente más rápido que los demás, no se va a ir más rápido que Red Bull o que McLaren así como así, este fin de semana habrá algo especial en el coche número 5, Fernando querrá demostrar que si no está peleando de tú a tú con Vettel no es por habilidad, sino será por coche. Ganará en Monza en 2011, pero en 2012 Monza será bien distinto, el año que viene Fernando si estará en situación de luchar por el mundial, y Monza lo verá, al auténtico Fernando campeón de 2005, y a la Ferrari de
Schumacher, porque tras este oscuro 2011, se acercan buenos tiempos para el Ferrarismo.


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